Que feo se siente ver que una generación se va,
que feo se siente ver que tus amigos ya no están,
que feo se siente ver que tus amigos se van.
Que ya todos estén trabajando,
mientras tu sigues estudiando,
mientras tu escribes versos prosaicos.
Que feo se siente entrar a un salón y ver puro desconocido,
y ya no ver a aquellos con los que compartiste buenos y gratos recuerdos.
Y más feo todavía no saber de ellos más.
Lo único que me queda de su existencia son los recuerdos vividos, tristezas, sueños y anhelos.
Fue muy gratificante haber sido parte de una muy buena generación.
Duele demasiado una partida, pero duele más una gran partida de toda la generación y la única solución a esto es un reencuentro, un gran reencuentro más no una despedida masiva.
Y ahora lo último que me queda es agradecerle a uno y cada uno que confían en mi y por supuesto, yo también confío en que a mi generación les irá bien en todos los proyectos que se planteen.
Para mi generación de un degenerado
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