lunes, 8 de diciembre de 2008

Unos labios sin nombre

Esta angustia por no saber tu nombre me mata muy lentamente. Pero al fin he podido escuchar tu voz que yo la describiría con mi escaso vocabulario, como angelical, apacible y sobre todo tiene una acústica soñada o que al menos yo he soñado con ella. Aparte de tu linda voz y sin antes haberla conocido, son tu ojos los que me han llenado el vacío que tengo en el alma.

Eres la única que hace que mis ojos se desvanezcan al ver tus labios, pintados de... No importa de que color, de cualquiera, siguen siendo tuyos y eso los hace magníficos. Y que te puedo escribir de tus ojos, pues que desde que los vi quise que sólo me mirasen a mi, que importa si es a través de ese par de vidrio que bien conjuga con lo hermosa que eres.

Pero aunque soy feliz simplemente viéndote, me sigue matando la angustia de saber tu nombre. Y una ves que lo sepa, que haré¡? Pues la verdad no se, sí es que tú lo sabes, de favor no me lo digas, puesto que lo que más me gustaría en estos momentos es poder compartir hermosos momentos de tú voz soñada, de tu lindos ojos (aunque estén detrás de esos cristales) y de tus labios, los cuales quisiera besar sin césar.

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