catorce días,
más de un millón de segundos.
Que no he podido ver tú linda figura,
oler tú deliciosa piel y
probar tus hermosos labios.
Sólo me conformo con volverte a ver,
con saber de ti y más que nada
de volver a besar tus labios.
Pero por lo que me doy cuenta,
se seguirán acumulando
las semanas, los días y
los millones de segundos.
Extraño tocar tus ojos,
probar tú piel y
oler tus labios.
Pero extraño más
sentir tú voz y
escuchar tus caricias.
El tiempo desvanece mi mente,
las horas me maltratan y
el millón de segundos me paraliza
haciendo que no escriba bien.
Al fin he podido cruzar una sonrisa
y mirarnos mutuamente.
He escuchado tú piel y
besado tu linda y tierna voz.
Con está larga espera,
con este millón de segundos,
he podido añorarte más y
ha sido una gratificante espera.
Y espero que no vuelvan a pasar
un millón de segundos para
volverte a ver, oír, oler,
sentir y besar.